Utilización de energías limpias según la comunidad

Utilización de energías limpias según la comunidad

 

Durante Rio+20 se presentó un informe del panorama de inversión en energías limpias en América Latina elaborado por el Banco Interamericano de Desarrollo, BID, y Bloomberg New Energy Finance. Ambos evaluaron el desempeño de 26 países según su capacidad de atraer inversiones en energías de bajas emisiones de carbono.

El informe, llamado Climascopio, reveló que la inversión en energías limpias en América Latina y el Caribe entre 2006 y 2011 asciende a 90 mil millones de dólares. El informe destaca tres hallazgos importantes:

1) Si bien Brasil, un país sudamericano, es más atractivo para invertir en proyectos de energías limpias, el segundo lugar lo ocupa Nicaragua. Otros cinco países centroamericanos, Panamá, México, Costa Rica, Guatemala y El Salvador, están entre los primeros diez lugares.

2) En la región, al menos 80 políticas de energía limpia están vigentes o en sus últimas fases de planificación. La mayoría de ellas se centran en regulaciones al mercado energético y en incentivos impositivos.

3) El microfinanciamiento ha ayudado a expandir el acceso a energías limpias entre los más pobres. De un total de 448 instituciones de microfinanciamiento presentes en la región, 71 ofrecen productos financieros relacionados con las energías limpias.

Asimismo, los siguientes datos arrojan más información sobre las energías limpias y la participación de las comunidades.

Las comunidades rurales de Orinoco y Punta Marshall, en la Costa Caribe de Nicaragua, comparten una micro red de transmisión que entrega electricidad generada con diésel a una población de 1100 personas.

El Ministerio de Energía y Minas donó 330 lámparas fluorescentes compactas de 15 Watts y 165 folletos con métodos útiles para la conservación de energía en el hogar.

Dos miembros de blueEnergy, una ONG local, y un empleado de ENEL se unieron para visitar todos los hogares conectados a la red eléctrica en Punta Marshall y Orinoco. Esta labor fue un esfuerzo mancomunado entre ENEL, la comunidad y una empresa local, quienes buscan ahorrar en diésel y costos de baterías, aumentar el acceso al sistema energético de la comunidad y reducir al mínimo sus emisiones de carbono.